De las músicas tradicionales se desconocen autor, lugar de creación o fecha de su primera interpretación. Se han venido transmitiendo -y versionando- durante siglos de manera no escrita (oralmente) y suelen estar diseminadas por una amplia zona geográfica. De hecho, la “prueba del algodón” que determina la tradicionalidad de una canción es si tiene o no variantes. Factores como la memoria o sensibilidad de los intérpretes juegan aquí un papel fundamental haciendo que los cantos sean variados y cambiantes según qué zona, o incluso qué persona analicemos.
Por ello, las grabaciones tomadas en el trabajo de campo son la muestra científica de una realidad musical a estudiar. 1952 fue un año intenso de grabaciones etnográficas en Asturias, con los trabajos de Alan Lomax y los investigadores del IEM. El último hallazgo de esta época tiene su historia:
Entre los años 1944 y 1960 se realizaron una serie de misiones recolectoras de música tradicional por toda España. Éstas misiones fueron llevadas a cabo por una Sección de Folklore adscrita al Instituto Español de Musicología (con sede en Barcelona) y que dirigió desde su creación en 1943 Mn. Higinio Anglès.
Ésta Sección de Folklore contó con colaboradores como Francesc Pujol, Padre J. Antonio de Donostia, Manuel García Matos o Bonifacio Gil. El ex-director de la Sección de Fonogramas del Museo de Etnografía de Berlín, prof. Marius Schneider, pasó a dirigir dicha Sección en 1944.
Las labores de recopilación de la Sección de folklore durante los 16 años de su actividad obtuvieron una cifra de documentos rayana a los 10.000, y todos ellos parecen encontrarse actualmente en la sede del CSIC en Barcelona, esperando ser consultados y/o catalogados. La única misión que se desenvolvió en Asturias se realizó en 1952 y fue protagonizada por los investigadores Manuel García Matos, y el citado Marius Schneider.
Pero no hallé rastro de materiales escritos ni sonoros relacionados con Asturias. Sin embargo, el profesor García Matos editó hasta 30 grabaciones asturianas en las distintas ediciones de su Magna Antología del Folklore musical de España. Es lícito pensar que el origen de dichos documentos esté en aquella misión de 1952, de la que no hay rastro en el CSIC ni en la bibliografía sobre el tema.
Investigando más profundamente sobre aquella misión “perdida” de Asturias averigué que, de manera excepcional al resto de misiones, la expedición a tierras astures contó con la participación del responsable de los Archives Internacionaux de Músiques Populaires (AIMP) de Ginebra – Suiza, prof. Constantin Brailoiu.
Tras contactar con el secretario general de los Archives Internationaux de Ginebra, Sr. Laurent Aubert, pude saber que había un centenar de documentos sonoros procedentes del periplo asturiano del prof. Brailoiu, que estaban aún sin catalogar en los fondos de la institución. Ahora todo el mundo puede consultar libremente en la web de la institución esta parcela de nuestra música tradicional, que permanecía olvidada.